"Una lección de periodismo tan amoroso como atrevida"
Es un libro redactado por el
periodista Alfonso Buitrago Londoño y básicamente es un reportaje de su
relación personal con su padre. Quien fue padre muy joven y nunca quiso asumir
el papel de “padre” sino que toda la vida fue una especie de buen amigo y
consejero para su hijo.
Se vale de la memoria y un
gran número de entrevistas a familiares y amigos de sus papa y de el para
rescatar el perfil de su padre, para mostrar no solo una sino todas las caras
que puede tener una persona a lo largo de su vida.
Su padre fue amigo íntimo en
sus parrandas y mejor amigo que el propio Alfonso con sus amigos. Fue por su
padre quien decide estudiar periodismo pues el se dio cuenta de la obsesión que
tenía su hijo por leer prensa todos los días.
En gran parte de la historia
se cuenta el cáncer de garganta que acorto la vida de Alonso, que era un feliz
conductor de Medellín, de setenta años. El tumor en la garganta hizo que sus
cuerdas vocales se deterioraran y que perdiera la voz por momentos. Pero el cáncer
no lo mató, el fue un sobreviviente que no pudo combatir contra la muerte
cerebral.
Sus hermanas Amanda y dora
fueron quienes lo cuidaron en sus últimos días, pues ya no tenía pareja
sentimental y su hijo se encontraba en España dictando clases de periodismo.
En general es una historia
llena de matices, en donde se narran malos y buenos momentos. En donde los
personajes que entran a describir la vida y forma de ser de Alonso son múltiples.
Personalmente me quedo con la imagen de
un Alonso que tuvo miedo de enfrentar la responsabilidad de ser padre, pero que
nunca abandono a sus hijos solo que encontró una nueva forma para acercarse a
ellos, sin ser autoritario. Parrandero por excelencia, amiguero en el vecindario, amante de la
tertulia con sus viejos amigos y como todo hombre también amante de las mujeres
aunque muy pocos fueron sus compañeras sentimentales oficiales, en el libro se nombra
solo a dos, su esposa y la patitorcida.
En sus últimos días de vida su soledad lo llevo a refugiarse en los libros, la lectura de
prensa, en agendas donde escribía su pensamiento atiborrado y sus relatos
fallidos.
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